viernes, 13 de agosto de 2010

Sueños IV

De niño soñaba con una mujer.
Soñaba que me miraba mientras yo jugaba. Quizá oculta detrás de un árbol, o tal vez desde la esquina.
También la imaginé llegando con su bolso y su tapado marrón. O esperándome a la salida del pasillo, parada frente a mi portón.
Mi viejo me habló mucho de ella. Me la describió como una mujer de mediana estatura. Con el pelo claro y rostro sufrido.
Pasó mi niñez y el sueño fue quedando detrás de otros sueños. Quizá mas propios, de un joven que comenzaba a descubrir un mundo de posibilidades.
Pero una noche. solo una noche. El joven volvió a ser niño. Se durmió entre las caricias de su madre. Volvió al calor que no sintió durante veintidós años.

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