Cuando desperté, la balsa atravesaba la corriente central del Paraná. La llovizna había empapado mi ropa y también mi barba de una semana. Regrese a la pensión, a las cuatro paredes llenas de historias con la esperanza de no convertirme en una mas de ellas.
A las seis y dos minutos de la mañana, pisando un blues más oscuro que lo normal, la voz del Beto Casella abrió el programa de una forma no común: La puta que lo re-mil parió.- Dijo- Se mato el Carpo. Segundos después apague la radio.
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