Tres o cuatro grados centígrados más.
Un boleto a la cancha del domingo pasado.
Las huellas de un triciclo, marcadas en el patio de un niño feliz.
Los vientos que besan.
Las palabras que se reprimen.
Un café que va perdiendo sentido.
Algunas culpas molestas.
Dos crónicas del ángel gris.
Los minutos que me faltaron de sueño.
Los sueños, a los que les faltaron un minuto.
Esa canción que dice: “Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis venas va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje…”
Los ruidos de mi casa por las noches.
Una llamada perdida; Otra desorientada.
El cigarrillo de madrugada.
Un tango por el polaco.
Los ojos del viejo, llenos de nietos jugando.
Un peine de hotel.
Tres pasos adelante.
Una aspirina.
Dos historias de fantasmas casi creíbles.
Un libro, empecinado en no dejarse terminar de leer.
Una foto carnet, de alguien que se parece a mí.
Diez minutos de lluvia con truenos.
Una copa de vino en San Telmo…Todo eso te regalo.
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